
Mili, de golpe cerre la puerta y me fui sin decir chau. Que maleducada. Pero volvi, volvi en forma de palabras y tah dah. Tenia ganas de decirte muchas cosas que de golpe se juntaron todas en la boca y se me corto la cinta. Y no dije nada. Pero como todo casette, puedo repararme con un poco de cinta scotch y creo que es hora de contarte unas cuantas cosas con sinceridad y eso significa, con sinceridad. Jaja. Quiero decirte la verdad, pero apuesto a que lo terminare arruinando. Honestamente, confieso que le temi a tus ojos azules que me observaban. Si, lo se. Me anidaste entre tus alas y te lo agrdezco mucho, forme por ese no tan corto tiempo parte de la familia hermosa que construiste, y que bien me senti, pero tenia miedo, que podia yo hacer? Creo que esos ojos tan azules me intimidaron un poco, podria ser, pero las palabras, cada cosa que decias se volvia mas dulce cada vez, y de golpe, de la nada el miedo nuevamente. Por que!?!? Le tenia miedo a no saber, a que la voz dulce se convierta en aspera, que las palabras ya no fueran palabras y se convirtieran en espinas. Y no. Nunca paso. El miedo empezo a desaparecer y acomodada entre tus alas de madre me quede apoltronada. Me llene de alegrias y de golpe crei que habia encontrado casi mi lugar. Pero la arena cae, las agujas se mueven, el tiempo corre y lo desgastamos sin pensar. Se termino. Asi no mas? Si, asi. Se termino. Era hora de cerrar la puerta. Y la puerta se cerro, pero al menos ahora te pude decir lo que siento. La puerta se cerro y de golpe, fui feliz. Gracias.
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