unas contadas palabras de adios, o mejor, hasta luego.‏

Me pase, la mitad del viaje durmiendo, la otra pensando. Al principio, subi llorando como una boba. Veia como todo se iba, como se alejaban esos momentos tan lindos que vivimos ahi, tirados en la arena, el terere, el dia de hanaga, la playa, el majane, ese talisman para dentener el tiempo. Por un segundo, cuando todo empezo, realmente crei que el tiempo se iba a detener, que gila, no? Crei ciegamente en el ‘‘verano eterno’’ y cai, como una tontita. Esperaba que el sol no se apagara nunca, esperaba que las estrellas no emprendan nunca retirada, y no, no fue asi, el cielo se abrio, y el verano, se termino. Te voy a extrañar mucho bonita, pero el verano se termino. Y es hora de empezar a afrontar el invierno. El invierno de adentro, y remar, remar muuuuuuuucho, aun cuando caemos en picada, que creemos no poder detenernos nunca, aun ahi hay que remarla. Yo se que no soy santa, y que no estoy para darte lecciones de vida, si lo sabre, si lo sabras.. pero son unas pequeñas recomendaciones antes de partir, son besos de hija y abrazos de madre. Es como si vos, mama pata me dijeras que me ponga protector, que ande por la sombra y que tome mucha agua. Cosas que dice uno cuando quiere al otro. En realidad, te mentiria si te dijera que te voy a extrañar solo a vos. A cada quien le corresponde su parte. No voy a negar que me van a faltar muchas cosas, mucha gente, mucho amor, pero que puedo decir mas que gracias, gracias a todos y a todas, gracias a EL que me quemo la cabeza, gracias a EL OTRO que te la quemo a vos, gracias no mas. Son unas pocas palabras de despedida, un preambulo a la constitucion de mis sentimientos, el prefacio de mi libro de viaje, la antesala de un sueño por cumplir.